La presentación de la Virgen María se celebra cada año el 21 de noviembre, es un acontecimiento importante en la tradición cristiana que representa el compromiso de sus padres, Joaquín y Ana, al ofrecer a su hija al servicio de Dios, y nos recuerda el hecho de que Dios eligió de una manera muy especial a María como la Madre de Jesús.
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La Presentación de María en el Templo de Jerusalén
Esta fiesta se basa en una antigua tradición que dice que María fue llevada al templo de Jerusalén cuando tenía tres años. La idea de Pureza ritual y Consagración a Dios está detrás de este Acto.
Según el relato del Protoevangelio de Santiago, primer texto donde se narra este episodio, María tenía tan solo 3 años. San Joaquín y Santa Ana, sus padres, habían hecho una promesa a Dios: si Él les concedía la gracia de tener un hijo, lo ofrecerían en el Templo. María, que ya desde pequeña mostró una disposición especial hacia la santidad, fue llevada por sus padres al Templo para cumplir este voto.
El Protoevangelio de Santiago describe la escena de la presentación así:
“María no tenía sino un año; Joaquín dijo a su fiel compañera: ‘Conduzcámosla al Templo para cumplir el voto que hemos hecho al Señor.’ Ana le respondió: ‘Esperemos más bien que ella cumpla sus tres años, cuando no tenga tanta necesidad de su padre ni de los cuidados de su madre…’ ‘Está bien,’ dijo Joaquín…
Llegó el momento solemne. Ana y Joaquín reunieron a las jóvenes de su tribu y se dirigieron hacia el Templo del Señor. No llevaban ni cordero ni paloma, pero iban a ofrecer a aquella que debía concebir al Cordero de Dios para la Redención del mundo, la mística paloma de los jardines del cielo. Cuando los peregrinos llegaron al umbral del pórtico, la Virgen pequeñita subió sola las gradas, con paso firme y seguro.”
Las Sagradas Escrituras y los Evangelios prácticamente no mencionan la vida de María hasta el momento de la Anunciación. Por lo que este acto fue uno de los pocos eventos en la infancia de María que se recogen en la tradición cristiana, revelando que María sostenía una profunda dedicación y consagración a Dios desde temprana edad, y además muestra la fe de los padres San Joaquín y Santa Ana, quienes confiaban en los planes divinos para su hija.
La Vida de María en el Templo
La Biblia no relata muchos detalles de la vida de María en el Templo, la tradición sostiene que creció y maduró en santidad. Sin embargo, a lo largo de los siglos una frase ha sido utilizada frecuentemente en textos de devoción mariana y evangelios apócrifos, atribuyéndose a interpretaciones de la vida de la Virgen y basados en textos de reflexión:
“La Virgen fue madurando ante Dios y ante los hombres. Nadie notó nada extraordinario en su comportamiento, aunque, sin duda, cautivaría a quienes tenía alrededor, porque la santidad atrae siempre; más aún en el caso de la Toda Santa”.
Texto que refleja cómo, a pesar de su vida sencilla y discreta, su santidad resplandecía entre quienes la rodeaban.
Orígenes de la Presentación de la Virgen María
La Presentación de María en el Templo es una de las 12 fiestas principales del año litúrgico oriental y se conmemora desde el siglo VI. Su origen data del año 543, con la Dedicación de La Iglesia de Santa María La Nueva en Jerusalén.
En el 1166, el emperador Miguel Colmeno mencionó la festividad en sus Constituciones, señalando su importancia.
En 1372, (siglo XIV) el Papa Gregorio XI empezaría a celebrarla en Aviñón (Francia), cada 21 de noviembre. Posteriormente, el Papa Sixto V extendió la festividad a toda la Iglesia, incorporándola al calendario litúrgico romano.
En 1953, el Papa Pio XII, instituyó el 21 de noviembre como la “Jornada Pro Orantibus” (Jornada por aquellos que oran), en honor a las comunidades religiosas de clausura. Es decir, todos los cristianos están invitados a rezar por las personas que dedican su vida precisamente a la oración.
Más recientemente, en 2014, el Papa Francisco reiteró la importancia de esta fecha, exhortando a agradecer a Dios por quienes han recibido el don de la oración.
Este acto de presentación es un recordatorio de la humildad y entrega total de María a Dios, y de cómo, a través de ella, la Redención comenzó a manifestarse en el mundo.
¿Cómo fue la infancia de María?
Ana Catalina Emmerick (1774-1824) fue una mística alemana quien experimentó los estigmas de Cristo y en los últimos años de su vida solo se alimentaba de la Eucaristía.
Dios le concedió revelaciones místicas de la vida de Jesús y de María. San Juan Pablo II la beatificó en el año 2004, y el actor y director Mel Gibson se inspiró en sus visiones para realizar la película “La Pasión”. También es la autora del libro “La vida oculta de La Virgen María”.
Las visiones de Anna Catalina Emmerick hablan de la infancia de María, y también de La Presentación de María en el templo.
María iba acompañada de un gran número de niñas hebreas que llevaban antorchas encendidas, con la participación de las autoridades de Jerusalén y entre el canto de los ángeles.
Según estas visiones de la Beata, María “era de complexión delicada, de cabellera clara, un tanto rizada hacia abajo”.
Se trataba de una fiesta muy grande, “estaban presentes cinco sacerdotes: de Nazareth, de Séforis, y de otras regiones; entre ellos se encontraba Zacarías y un sobrino del padre de Ana.”
Según las visiones de la beata Ana Catalina Emmerick, la Presentación transcurrió de la siguiente manera:
“ La he visto de pie, sobre el tronito, resplandeciente. Dos sacerdotes estaban a su lado, y otro delante. Los sacerdotes tenían rollos en las manos y rezaban preces sobre Ella, con las manos extendidas. Tuve una admirable visión de María. Me parecía que por la bendición se hacía transparente. Vi una Gloria de indescriptible esplendor, y dentro de ella el misterio del Arca de La Alianza, como si estuviese en un brillante vaso de cristal. Luego vi el Corazón de María como si se abriera en dos, como una puertecita del templete, y el Misterio Sacramental del Arca de la Alianza, penetró en su corazón.
Vi a la Niña María como transformada, flotando en el aire. Con la entrada del Sacramento en el Corazón de María, que se cerró luego, lo que era figura pasó a ser realidad y posesión, y vi que la Niña estuvo, desde entonces, como penetrada de una ardorosa concentración interior. Vi también, durante esta visión, que Zacarías recibió una interna persuasión o una celestial revelación de que María era el vaso elegido del misterio o sacramento. Había recibido Él, un rayo de Luz, que yo vi salir de María.
Después de esto, los sacerdotes condujeron a la niña adonde estaban sus padres.”
Cada 21 de noviembre la iglesia nos recuerda la humildad y entrega total de María a Dios, y de cómo, a través de ella, la Redención comenzó a manifestarse a través de apariciones marianas por el mundo.