Primera aparición: el niño de la leche
En pleno siglo XVI, un niño hindú caminaba hacia la casa de un señor para venderle leche. Durante el trayecto, se detuvo junto a un estanque para descansar, y fue allí donde se le apareció una hermosa Señora con un Niño en brazos, que le pidió un poco de leche.
El pequeño accedió con humildad y la Virgen, sonriente, le agradeció el gesto. Al llegar a su destino, el niño contó lo sucedido y se disculpó por la leche que faltaba, pero, al abrir el cuenco, ambos vieron con asombro que estaba lleno hasta rebosar.
El señor, intrigado, pidió al niño que lo llevara al lugar de los hechos. Una vez allí, junto al estanque, la Virgen se manifestó nuevamente ante sus ojos, confirmando la historia. El hombre avisó a los sacerdotes y la noticia se propagó rápidamente por la aldea. El pueblo entero celebró con gozo lo que interpretaron como una aparición divina, y desde entonces, aquel lugar fue conocido como Matha Kalum, es decir, “Estanque de la Madre de Dios”.
Segunda aparición: la mantequilla y el encargo celestial
Años más tarde, también en el siglo XVI, la Virgen volvió a aparecer, esta vez en un lugar llamado Nadu Thittu o “Montaña Central”. La visión fue para un niño enfermo de nacimiento que vendía mantequilla en los alrededores de Velankanni. La Señora le pidió un poco de mantequilla, y luego le encargó una misión especial: debía buscar a un cristiano rico en Nagapattinam y pedirle que construyera una capilla en ese mismo lugar.
Al llegar a la ciudad, el niño se dio cuenta de que había sido sanado. El hombre al que debía encontrar, sorprendido, le confesó que la noche anterior había tenido un sueño en el que la Virgen le pedía levantar un templo. Juntos regresaron al lugar de los hechos, y una vez más, la Virgen se dejó ver por ambos. Allí edificaron una sencilla cabaña de techo de paja, que sería el primer santuario mariano de Velankanni, y pronto comenzaron a llegar peregrinos de todos los rincones.
Tercera aparición: el milagro del mar
En el siglo XVII, un grupo de mercantes portugueses navegaba por el golfo de Bengala cuando una tormenta violenta amenazó con hundir su embarcación. En medio del peligro, se encomendaron a la Virgen María bajo la advocación de Estrella de Mar y le prometieron construir un santuario donde lograran tocar tierra. Contra todo pronóstico, la tormenta cesó y desembarcaron sanos y salvos en Velankanni, precisamente el 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen.
Guiados por los lugareños, los marineros conocieron las anteriores manifestaciones y fueron llevados a una de las capillas del lugar. En gratitud, reemplazaron la humilde cabaña por una iglesia de piedra, que dedicaron a Nuestra Señora del 8 de septiembre. Con los años, el templo fue embellecido con ofrendas y exvotos de marineros agradecidos, convirtiéndose en uno de los lugares de peregrinación mariana más importantes de toda la India.