El nombre real de la ciudad de Oporto es Porto, palabra que significa puerto en portugués, lo que denota el carácter pesquero de la zona.
Los conocidos “fados” portugueses tienen el origen en la tristeza que les daba a los familiares ver partir a los pescadores hacia mar abierto.
La razón de que las fachadas de las casas que se encuentran a orillas del río sean de vivos colores es para superar dicha tristeza y para que fueran llamativas para los pescadores cuando regresaban de altamar.
Su vino es conocido mundialmente, y sus bodegas no se encuentran en la misma ciudad, sino en la orilla opuesta del río, en Vila Nova de Gaia. La uva se trae de una zona de viñedos situada junto a la frontera con España.
En el centro histórico te recomendamos visitar La Catedral, de estilo románico, construida entre los siglos XII al XIII; la Torre de los Clérigos, que es uno de los emblemas de la ciudad y que data del siglo XVIII.
También la librería Lello, regentada durante 52 años por el señor Domingos, se ha convertido en una de las visitas más populares de la ciudad ya que sirvió de inspiración a la autora de la saga de Harry Potter.
En la parte alta del centro histórico está la estación de tren de San Bento, una de las más bonitas de Europa, construida por el arquitecto portugués José Marqués da Silva, en la que se pueden ver pinturas y mosaicos que representan escenas cotidianas de las diferentes épocas del año ambientadas en el siglo XX, y algunas de ellas representan los acontecimientos más relevantes de la historia de Portugal.
El puente de Luis I es otro de los iconos de la ciudad de Oporto, construido por uno de los ayudantes de Gustave Eiffel, que cruza el río uniendo las poblaciones de Oporto y Vila Nova de Gaia. Tiene acceso peatonal tanto en la parte inferior como en la superior.