Desde las autoridades civiles locales se intenta engañar a los chicos, proponiéndoles un paseo en coche, pero cuando éstos se dan cuenta de que el paseo está siendo más largo de lo normal y que no estarán a la hora en el lugar de siempre para ver a la Virgen, obligan a las dos señoras que conducían que detengan el coche, y allí mismo, a la misma hora de siempre, tienen la aparición de la Virgen Maria. En esta ocasión solo iban cinco videntes, Ivan se había quedado en casa. De este hecho son testigos las dos señoras que conducían el coche.
A partir del dia 12 de Agosto, las autoridades prohíben oficialmente acceder al monte. A partir de entonces las apariciones tienen lugar en diversos lugares, en la iglesia, en la casa parroquial, en casa de los videntes.
El 17 de Agosto de 1981, el padre Jozo es arrestado, por apoyar a los videntes y condenado a tres años de prisión, aunque finalmente solo llegó a cumplir año y medio. Desde Febrero de 1982 hasta Marzo de 1985, las apariciones tienen lugar en la iglesia hasta que el obispo de Mostar las prohíbe. A partir del 15 de Abril de 1985 las apariciones van a tener lugar en la casa parroquial, al lado de la iglesia de Santiago Apóstol. Desde Septiembre de 1987, los seis jóvenes se ven forzados a reunirse en el coro de la Iglesia, sin que ninguno de los fieles tenga oportunidad de asistir al éxtasis de la aparición.
Con el paso de los años y la caída del régimen comunista, las restricciones y opresiones de la policía irán a menos, de tal manera que las apariciones marianas podrán ocurrir libremente, y podrán suceder donde quiera que se encuentren los videntes. Una vez adultos y ya casados, cada uno vive en un lugar diferente. Marija vive con su familia en Italia e Ivan también con su familia, en Estados Unidos.
Todos los videntes han sido sometidos a multitud de pruebas médicas, y ninguna de ellas ha dado como resultado que sean personas desequilibradas, histéricas o anormales. En 1998 y 1999 fueron sometidos a un estudio altamente especializado que duró más de 48 horas. La conclusión fue aplastante. El éxtasis en el que entran durante la aparición, según los especialistas, no es producto de la sugestión ni es inducido por ellos mismos. Posee su propia forma. No hay trucos, esquizofrenias ni ninguna otra patología. Durante el éxtasis su abstracción del mundo que los rodea es absoluta. Nada los distrae. Algo real, que la ciencia no puede presenciar, capta de tal manera su atención que los saca de este mundo.