Aunque las Apariciones de la Virgen Maria se extendieron a partir del Siglo V, María nunca había sido tan popular ni se había aparecido con tal consistencia y frecuencia como en el Siglo XX, que ha sido llamado “La Era de María”.
Durante el siglo XX, más de 500 apariciones marianas han sido reportadas desde todos los continentes. (más que durante los tres siglos anteriores juntos)
Las apariciones marianas contemporáneas (a partir del Siglo XIX), se distinguen de las antiguas principalmente por dos rasgos: Son públicas y en serie. Es decir, las apariciones marianas durante este período, ocurren en secuencia y a veces durante un largo período de tiempo.
Otro rasgo es que no tienen lugar de forma privada sino generalmente frente a una audiencia y son experimentadas por niños o adolescentes, ya sea a un solo vidente o a un grupo de ellos.
Grados de Aprobación de una Aparición
Las apariciones pueden tener varios grados de aprobación:
- Declaración favorable del Obispo. Si la aparición atrae a muchas personas, el obispo establece una comisión para una evaluación exhaustiva. La comisión hace su recomendación al obispo y este puede que se declare en apoyo de la aparición, diciendo que «no contiene nada contrario a la fe o la moral», que «parecen ser inspiradas sobrenaturalmente» y «son dignas de devoción por parte de los fieles».
- Permiso para celebración de la liturgia. Se permite celebrar la Santa Misa en el lugar de las apariciones. En este tiempo se observan los frutos. La mayoría de las apariciones se quedan en este grado de aprobación oficial y no es necesario más. El hecho que no venga una aprobación de la Santa Sede no indica rechazo.
- Reconocimiento papal. Si una aparición tiene una gran difusión internacional, puede darse una declaración de la Santa Sede. El Papa declara públicamente que el mismo tiene una disposición favorable con relación a los eventos y al contenido de la aparición. Esto puede darse de diferentes maneras: Una mención favorable del Papa, una visita al santuario, etc.
- Reconocimiento litúrgico. Es el más alto grado de aprobación, con la inserción oficial de la aparición en el calendario litúrgico. Las apariciones del siglo XIX que recibieron grado máximo de aparición son:
Las apariciones marianas ocurridas en el siglo XIX y que han recibido el grado máximo de aprobación han sido:
Nuestra Señora de La Salette, (1846), Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa (Rue du Bac, en 1830) y Nuestra Señora de Lourdes.(1858)