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Sanctuaire Notre Dame de Toute Aide
Historia de la Aparición de La Virgen
El jueves 15 de Agosto de 1652, La Virgen María se apareció a Juana Courtel, una joven pastora de once años y medio, sordomuda, que cuidaba de las ovejas en el prado de Fontenelles.
En su “Aparición” la Virgen curó a la pastorcita de su doble enfermedad. A cambio, le pidió a la niña que quería que se construyera en el centro de Querrin una capilla para que la gente pudiera ir a rezar y venerarla en aquel lugar.
El 20 de Agosto de 1652 se encontró en el estanque la estatua de La Virgen esculpida por San Galo (un monje irlandés que en el año 610 construyó un oratorio en aquel lugar y al mismo tiempo esculpió una estatua de La Virgen María). Años más tarde el oratorio, que se había convertido en capilla, se derrumbó y La Virgen se perdió.
Cuando el 15 de Agosto de 1652 La Virgen María se apareció a Juana Courtel, la primera conversación que tuvieron fue la siguiente:
- Encantadora pastora, dame una de tus ovejas.
- Estas ovejas no son mías, son de mi padre.
- Vuelve con tus padres…y pídeme un cordero
- Pero… ¿quién cuidará de mi rebaño?
- ¡Yo misma, cuidaré de tus ovejas!
La pequeña regresó rápidamente con sus padres, donde todos se quedaron atónitos al oírle contar lo que La Virgen le había pedido.
- ¡”Padre, vino a verme una Señora y me pidió uno de los corderos!
- “Ah, Hija mía, si esta Señora te ha devuelto tu palabra, le daremos todo el rebaño!
- “También me dijo que buscáramos en el estanque una imagen suya que se perdió hace siglos”
- ¿Y qué más te preguntó?
- “Dice que es La Virgen María, y que tenemos que construirle aquí una capilla, en medio del pueblo, para que la gente pueda venir a rezar y a venerarla.
- Si eres sincera, le pediremos al obispo que nos permita construir un Santuario.
El 14 de Agosto de 1950, en presencia de más de 200 sacerdotes y 20.000 peregrinos, su excelencia el Cardenal, rodeado de los Obispos y Abades de Bretaña, coronó canónicamente la estatua de Nuestra Señora de Todo Socorro de Querrin.
El Santuario se encuentra en la Pedanía de Querrin, (La Prénessaye), a 10 Km de la ciudad de Loudeac y a 82 Km de la ciudad de Rennes.
En Pontmain, (a 143 Km de La Prénessaye), La Santísima Virgen se apareció en el año 1871.
Podéis leer la historia en este enlace.
Libro recomendado: “La Guia Verde Bretaña” (Guia Verde Michelin)
Cathédral Notre Dame du Puy en Velay
La Catedral de Puy en Velay, inscrita en el patrimonio mundial de La Unesco desde 1998, ocupa el segundo lugar entre los monumentos favoritos de los franceses.
Construida al pie de la roca Corneille, un imponente pico volcánico que domina el centro histórico, La Catedral es un extraordinario testimonio del arte románico con influencias carolingias, bizantinas y moriscas.
Suspendida en el vacío, se parece a una gigantesca nave donde la proa se orienta hacia los peregrinos para recibirlos en su corazón. Uno de los elementos más interesantes de la Catedral es su bellísimo Claustro, situado junto al costado septentrional de la misma, y está considerado como uno de los mejores conjuntos románicos de Auvernia y de Europa.
Encima del Altar Mayor se encuentra la famosa Virgen Negra del Puy, del Siglo XVII, que el 15 de Agosto de cada año es sacada en procesión por las calles de la ciudad antigua.
Es el punto de partida de la Via Podiensis o camino de Le Puy, (una de las rutas del camino de Santiago de Compostela). Después de la misa de las 7 a.m, los peregrinos se reúnen alrededor de la escultura del Santo Patrono y dicen brevemente de dónde vienen y hasta dónde piensan llegar. Después de la bendición, reciben la credencial de manos de una religiosa y también un papel con la intención de oración de otro peregrino o de un turista.
En lo alto de la roca Corneille se encuentra la estatua de Nuestra Señora de Francia. Esta obra de hierro fundido fue realizada por el escultor Bonnassieux en el siglo XIX a partir de los cañones fundidos de la batalla de Sebastopol. Desde la plataforma de la estatua se divisa una espléndida panorámica de los tejados rojos de la ciudad.
También vale la pena visitar la iglesia de Saint Michel d’Aiguilhe; es una obra de lo más curiosa ya que se levanta sobre lo que queda de una vieja chimenea volcánica. Para subir a ella hay que salvar 268 escalones tallados en la propia roca.
Historia de la aparición de la Virgen de Puy en Velay
Año 47 d.c
En tiempos de San Jorge, primer obispo de Velay, en el Siglo I, una mujer llamada Vila que padecía desde hacía tiempo una fiebre alta de la que no podía salir, se hizo llevar una noche al Monte Anís, se acostó sobre una piedra que, se decía, curaba las fiebres, y durmió allí.
Entonces se le apareció La Virgen María y le pidió que fuera a buscar al Obispo Jorge para que construyera una Iglesia dedicada a Ella en aquel lugar. La curación de La Señora Vila sería la señal que convencería al obispo de la realidad de la “aparición”.
Vila se despertó efectivamente curada y fue a buscar al obispo. Este último, convencido de la historia que la Dama le había contado, fue al Monte Anís con su clero. Era el 11 de Julio.
Fue entonces cuando ocurrieron dos prodigios: el lugar donde había sido la “aparición”, y sólo aquel lugar, se cubrió de nieve. Un venado se precipitó allí de repente y trazó con sus cuernos los perímetros de la futura iglesia.
El obispo Jorge, no pudiendo emprender la construcción de la Iglesia por falta de medios económicos, al menos hizo rodear el perímetro sagrado con una empalizada de madera.
Casi dos siglos después, en el año 221, según la tradición, otra dama lisiada de todos sus miembros, tuvo en sueños una visión de La Virgen, que mandó que la llevaran al Monte Anís y que allí recobraría la salud. Así lo hizo.
Cerca de la empalizada construida hacía mucho tiempo por el Obispo Jorge, La Santísima Virgen se le apareció y le ordenó que fuera a pedirle al obispo, que se llamaba Vosy, que se construyera la Iglesia que Ella había pedido. El Obispo Vosy fue muy prudente, ayunó y oró con su clero durante tres días antes de llegar al Monte Anis. Luego fue a Roma para consultar al Papa Calixto. Habiendo aprobado el Sumo Pontífice el proyecto, el obispo Vosy ordenó la construcción de una iglesia en el lugar de las dos “apariciones”.
En 1254, San Luis vino en peregrinación a Le Puy en Velay. Él ofrece la primera imagen de una Virgen Negra a su regreso de la Séptima Cruzada. Otros trece reyes vinieron a rezar a La Virgen María, incluidos Carlomagno y Francisco I en 1533. El 8 de Junio de 1794, los revolucionarios quemaron la primera estatua de La Virgen Negra en la plaza de Martouret. En esta plaza fueron ejecutadas 41 personas entre 1793 y 1795.
El 12 de Septiembre de 1860 se inauguró la estatua de Nuestra Señora de Francia y sorprendió por su tamaño: 22,70 metros; su peso: 835 toneladas.
Su construcción fue posible gracias a la donación, por parte de Napoleón III, de 213 cañones tomados durante la batalla de Sebastopol, el 8 de Septiembre de 1855 durante la Guerra de Crimea.
Libro recomendado:
La Cathédrale Notre-Dame du Puy-en-Velay espagnol.
Atlas Chemins de Compostelle. La Via Podiensis: La Voie du Puy
Nuestra señora de las Tres Espigas, en 1491. Alsacia (Francia)
Sobre la montaña, por encima de la villa medieval de Turckeim, a poca distancia de la ciudad de Colmar, existe desde el año 1491 la peregrinación de Notre Dame des Trois Epis (Nuestra Señora de Las Tres Espigas).
El 3 de Mayo de 1491 a las diez de la mañana, un herrero del pueblo de Orbey, llamado Thierry Schoeré, pasó por este bosque camino al mercado de Niedermorschwihr. Se detuvo al pie de un roble donde había una imagen de Jesús crucificado en memoria de un segador que allí había sido herido de muerte. Se arrodilló ante la imagen y ofreció una oración por el descanso del alma del difunto. Apenas terminó la oración vio una gran luz y en medio de ésta a La Santísima Virgen María vestida con una túnica blanca. En su mano izquierda sostenía un cubo de hielo, en su derecha tres espigas en un mismo tallo. Le dijo al herrero:
“Hijo mío, la gente de la región vive en grandes pecados. Dios iba a enviarles castigos terribles… y este cubo de hielo simboliza heladas, granizo, lluvia, enfermedades y otros castigos; pero, así como el calor de mi mano comienza a derretir el hielo, mis fervientes oraciones han logrado que Dios les perdone del castigo y, como lo simbolizan estas tres espigas, les concederá la prosperidad de sus cosechas, si cesan de pecar y, si con un corazón contrito, hacen penitencia.
En el nombre de mis dos símbolos, ve a Niedermorschwir y di a los habitantes que se arrepientan de sus crímenes y emprendan peregrinaciones; que dejen de pecar y que transmitan este mensaje a las demás localidades para que todos se conviertan. Allá donde no se sigan mis recomendaciones, pronto se sufrirá el castigo de Dios.
El herrero se atrevió a intervenir:
“Ay! Y ¿Cómo me creerán si les traigo esta noticia?
La Virgen respondió:
”Estas señales que ves en mi mano darán crédito a tus palabras”
Entonces desapareció.
Thierry fue al mercado de Niedermorschwir, pero no se atrevió a contar a nadie lo de la “Aparición” de la Santísima Virgen. Compró el saco de trigo que había ido a buscar y estaba a punto de irse. Cuando iba a cargar la bolsa en su caballo, no pudo levantarla del suelo. Llamó a otros hombres para que le ayudaran pero fue inútil. El saco de trigo se convirtió en el centro de atención de todo el mercado.
El herrero se arrepintió entonces de haber fallado en su misión y relató el suceso de la “Aparición” de la Santísima Virgen y sus ruegos. Entonces ya pudo cargar el saco por sí mismo sin dificultad y regresar a casa. Muy pronto se construyó una modesta capilla de madera en el lugar de la “Aparición” y, a partir de 1493, se emprendió la construcción de la capilla actual.
En esta “Aparición”, La Virgen María recuerda que Dios acepta las oraciones por el descanso de las almas de los difuntos, la intercesión mariana y las peregrinaciones: tantas prácticas que el protestantismo hará desaparecer.
Libro recomendado:
Guia de Viaje: Estrasburgo y Alsacia (Guias del Mundo)