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El vidente de Medjugorje, Ivan Dragicevic estuvo en el Líbano entre el 15 y el 18 de Noviembre del año 2012.

Era un momento especialmente complicado ya que se estaban produciendo fuertes enfrentamientos bélicos en la franja de Gaza entre Hamás y el ejército de Israel, llegando incluso al bombardeo a Tel Aviv y Jerusalén.

Iván dijo que La Santísima Virgen había estado muy feliz durante su “Aparición”. Oró por el Líbano y los libaneses, dio su bendición al Patriarca y bendijo a todos. Dio las gracias a todos por orar con Ella y pidió también oraciones por La Paz y dijo, como siempre, que Ella está con nosotros.

Santuario de Nuestra Señora del Mantara o de la Espera en Maghdouché.

Basílica de Nuestra Señora de La Espera en Mantara
Santuario de Nuestra Señora del Mantara o de la Espera. Maghdouché

Una estatua de La Virgen sosteniendo al Niño Jesús corona la cima de una colina. Esta imagen indica el lugar donde, según la tradición,  María esperó a su Hijo mientras predicaba en Sidón.

Este Santuario tiene sus raíces bíblicas en el Evangelio:

San Marcos menciona en el capítulo 7, versículo 24:

“Cristo, habiendo dejando Galilea, en Palestina, fue a la región de Tiro y Sidón para predicar la Buena Nueva y sanar a los enfermos”

En Sidón sana a la hija de la mujer cananea poseída por el demonio:

“Mujer, grande es tu Fe”.

La Sagrada tradición cuenta que La Virgen acompañaba a su Hijo en sus  viajes a Tiro y Sidón; a las mujeres judías no se les permitía entrar en las ciudades paganas; y como Sidón era una ciudad cananea, por lo tanto pagana, La Virgen se quedó esperando a su Hijo en esta cueva de Maghdouché porque la calzada romana que cruzaba la costa libanesa a Jerusalén, pasaba por el pueblo.

Allí Ella esperaba en oración y meditación, de ahí el nombre del Santuario: “Nuestra Señora de La Espera”.

Nuestra Señora de Mantara o Virgen de La Espera
Nuestra Señora de Mantara o Virgen de La Espera

La Gruta fue descubierta en 1721, cuando un pastor perdió una oveja en las inmediaciones. La historia cuenta que el pastor estuvo varios días alrededor de la cueva con su rebaño. Sentado debajo de una encina tocaba su flauta. De pronto, sus cabras empezaron a balar de forma muy alborotada. Corrió hacia ellas y, de pronto, uno de los corderos cayó en el pozo.

El pastor arrancó la maleza y encontró un camino que conducía a la Cueva. Se deslizó hacia adentro y dio con el icono de La Virgen que, según cuenta la tradición, fue regalado por Santa Helena alrededor del 326 d.c.

El pastor, ante tal hallazgo, salió corriendo para anunciar la noticia a la gente de Maghdouché. Una multitud de personas acudió de inmediato para visitar la cueva que había sido abandonada durante mucho tiempo. A partir de ese momento la cueva se hizo famosa y se empezaron a organizar peregrinaciones.

El Santuario de Harissa

Santuario de harissa
Santuario de Harissa

El santuario de Nuestra Señora del Líbano es un santuario mariano que atrae a millones de visitantes, tanto cristianos como musulmanes, de todo el mundo. El Santuario pertenece al Patriarcado maronita, el cual, en 1904 cedió la administración del lugar a la Congregación de los misioneros maronitas.

Desde la plaza del monumento se puede contemplar una magnífica panorámica de Jounieh, de Beirut y del Mediterráneo.

Nuestra Señora del Líbano vista panoramica
Nuestra Señora del Líbano

Beirut se encuentra a 25 Km del Santuario. La estatua de La Virgen María es de bronce, pesa unas 15 toneladas  y tiene unos 8,5 metros de altura y 5 metros de diámetro. La Virgen extiende sus manos hacia la capital, Beirut. La estatua corona una colina a 650 mts sobre el nivel del mar.

En 1954, el papa Pio XII envió al cardenal Angelo Roncalli al santuario por el centenario del establecimiento del dogma de la Inmaculada Concepción. El cardenal Roncalli se convertiría más tarde en el Papa Juan XXIII.

El 10 de Mayo de 1997 el Papa San Juan Pablo II también visitó el Santuario y se dirigió a los jóvenes así:

“Pidan a La Virgen María, nuestra Señora del Líbano, cuidar de vuestro país y sus habitantes, que os asista con cuidado materno, para ser herederos merecedores de los Santos de su tierra y que florezcan en el Líbano, un país que es parte de los santos lugares que Dios ama, porque Él vino para hacer su casa aquí y recordamos que debemos construir la ciudad terrenal con los ojos puestos en los valores del Reino de los Cielos”.

La Virgen ha hecho milagros en este lugar, como en una ocasión cuando una mujer estaba inclinada de espaldas intentando hacer una foto a la estatua de Nuestra Señora y al perder el equilibrio estuvo a punto de caer por encima de la barandilla cuando un joven la sostuvo y tiró de ella hacia arriba. El joven le explicó que tanto él como su madre eran muy devotos de Nuestra Señora del Líbano, pues cuando su madre creía que ya no iba a poder tener hijos, fue a rezar a La Virgen y al cabo de poco tiempo se dio cuenta de que estaba embarazada.

En el Líbano La Virgen María se venera bajo todas las advocaciones: Nuestra Señora de Las Gracias, Nuestra Señora de los Dones, Nuestra Señora de La Guarda, Nuestra Señora de La Liberación, Nuestra Señora del Campo, Nuestra Señora del Bosque…

Pocos son los pueblos que no tienen una capilla de La Virgen, por las carreteras es muy frecuente ver un altarcito donde se expone un icono de la Santísima Virgen.

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