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Aparición Mariana en Francia, ocurrida 10 años después de la Medalla Milagrosa
Sor Justina Bisqueyburu, contemporánea de Santa Catalina Labouré (se le apareció La Virgen en el año 1830), fue la novicia elegida por la Santísima Virgen para entregarle el escapulario verde, justo diez años después de que le mostrara la Medalla Milagrosa a Santa Catalina Labouré. Ambas eran Hijas de La Caridad en el convento de París.
La Hermana Justina Bisqueyburu nació el 11 de Noviembre de 1817, en el pueblo de Mauleón, departamento de Aquitania. Los primeros años de su infancia los pasó con su tía pero cuando cumplió los 22, Justina se unió a Las Hermanas de La Caridad de San Vicente de Paül, una Orden muy extendida en Francia en aquellos momentos. El Monasterio de la Orden estaba en La Rue du Bac, en París. (Donde tuvo lugar también la aparición de La Virgen a Catalina Labouré).
Recién entrada en el Monasterio, Justina empezó a experimentar Gracias Místicas y manifestaciones sobrenaturales.
El 28 de Enero de 1840, Sor Justina se encontraba realizando un retiro de noviciado en la capilla del convento cuando, de pronto, se le apareció La Santísima Virgen.
La Virgen, en esta ocasión, iba ataviada con un vestido largo de seda blanca y una capa azul claro sobre él, dejando al descubierto los pies. El cabello caía lacio sobre sus hombros y no llevaba ningún tipo de velo.
Sor Justina pudo percibir que las manos de La Santísima Virgen estaban colocados muy cerca de su pecho y en ellas sostenía su Inmaculado Corazón, del cual salían llamas resplandecientes. La Virgen no transmitió a Justina ningún mensaje.
Esta misma visión se repitió al final del retiro del noviciado de Justina, y en otras cinco ocasiones a lo largo del curso de su noviciado. En estas “apariciones” La Virgen no pronunció ninguna palabra.
Al acabar su profesión religiosa, Sor Justina fue enviada a un pueblo llamado Blangy, para trabajar junto con otras hermanas de su misma Orden.
El 8 de Septiembre, día de la Natividad de La Virgen, se encontraba Justina rezando con su Comunidad, en oración y meditando sobre la grandeza de esta celebración.
De nuevo tuvo otra visión de Nuestra Señora, pero esta vez distinta de las anteriores.
La Virgen vestía el vestido de seda blanco, cubierto por el manto azul pálido, y en sus manos sosteniendo el Inmaculado Corazón, resplandeciente, con intensas y deslumbrantes llamas que salían de él.
En su mano izquierda sostenía lo que parecía ser un escapulario o insignia de alguna clase. A diferencia de otros Escapularios, éste tenía solo un cuadrado de tela, en lugar de los dos habituales e iba atado con cordones verdes.
En él se hallaba una imagen de La Virgen con un aspecto muy similar al que se le había aparecido a la Hermana Justina en las anteriores ocasiones, sosteniendo en su mano derecha, su corazón inmaculado. En el reverso del Escapulario se podía ver un “corazón ardiente”, con rayos más deslumbrantes que el sol y tan transparente como el cristal.
Justina recibió, durante esta visión, una revelación interior en la que se le daba a conocer un nuevo medio para alcanzar Gracias: EL ESCAPULARIO DEL INMACULADO CORAZON.
Este escapulario sería un poderoso instrumento para la conversión de Almas, particularmente para aquellas que no tienen Fe.
La Madre de Dios, le hizo también saber a Justina su deseo de que el Escapulario fuese propagado por todas partes para que estas Gracias particulares, llegasen a todas las Almas que abracen esta Devoción.
Las apariciones se fueron repitiendo en los días siguientes, La Virgen se iba apareciendo de la misma forma e insistía en la propagación de la Devoción a este Escapulario. Los Escapularios se empezaron a fabricar y a ser distribuidos por las Hermanas en París, luego por toda Francia y después fuera de Ella.
Las Hermanas habían recibido la aprobación formal del Papa Pio IX en 1870 para la propagación del Escapulario Verde del Inmaculado Corazón.
¿Cómo es la forma de este Escapulario?
El Escapulario Verde consiste en un trozo de tela verde con una doble representación gráfica.
En el anverso lleva la imagen de María, mostrando su corazón virginal, en el centro de su pecho, sosteniéndolo con sus manos inmaculadas. Su corazón aparece traspasado por una espada y coronado de llamas. En el reverso del escapulario aparece este mismo Corazón, en gran tamaño, rodeado por el óvalo que forma esta inscripción:
“INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA, RUEGA POR NOSOTROS AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE”.
Presidiendo el óvalo de la inscripción figura una cruz de oro. El fin específico de este escapulario es la invitación a orar, recurrir al Inmaculado Corazón de María con confianza y pedir, sobre todo por los pecadores.
SOR JUSTINA NOS DIJO QUE POR LO MENOS HABÍA QUE RECITAR UNA VEZ AL DÍA ESTA JACULATORIA.
Este Escapulario Verde no requiere ninguna fórmula particular de investidura, sino una simple bendición de cualquier sacerdote católico. La diferencia con otros escapularios es que éste no es necesario llevarlo puesto. El Escapulario Verde se puede llevar en la ropa (cosido) o llevarlo encima entre otras pertenencias.
Si la persona que lo posee no reza cada día la Oración que La Virgen pide, lo puede hacer en su lugar la persona que se lo ha regalado.
Don para los Enfermos
Los prodigios que ha producido este escapulario atestiguan la bendición y el cumplimiento de la promesa de La Virgen a todos los que lo lleven con Fe y digan la Jaculatoria.
El Escapulario Verde será Fuente de Grandes conversiones, y otorgará grandes Gracias, particularmente para alcanzar una buena muerte a los pecadores y a los que no tienen Fe.
Muchos son los Milagros que ha obrado el Escapulario Verde, entre ellos:
- La conversión del asesino de Monseñor Affre en la barricada del barrio de Saint-Antoine. (El 25 de Junio de 1848 Monseñor Affre fue mortalmente herido por un insurgente, cuando se dirigía a reconciliar a los parisinos que se mataban entre ellos. Murió el 27 de Junio después de haber perdonado a su asesino.
A la Rue du Bac acuden cada año miles de fieles para rezar ante la imagen de La Virgen Milagrosa. El cuerpo incorrupto de Santa Catalina se encuentra incorrupto en el interior de la iglesia.
La Rue du Bac se encuentra en pleno centro de París, a tan solo 2 Km del Museo del Louvre, a 2,2 Km de la Plaza de La Concordia y los Campos Elíseos y a 1,6 Km del Palacio de Luxemburgo.
