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El Monasterio de Santo Estevo: a dos horas de Pontevedra, donde se apareció la Virgen
Un equipo de restauración que realizaba su labor en los retablos-relicarios laterales de la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Sil ha localizado, entre los restos de los nueve obispos allí enterrados cuatro anillos que, según la tradición podrían ser los anillos milagrosos de estos obispos, en paradero desconocido desde hace siglos. Así lo ha confirmado la Diócesis de Orense, y también habla de ellos Emilio Duro Peña, canónigo archivero de la Catedral Ourensana en su libro “El Monasterio de Santo Estevo de Ribas”.
Concretamente en el relicario izquierdo, entre los restos de los nueve santos, encontraron una urna. Compuesto por cuatro compartimentos, uno de ellos tenía guardada una bolsa de seda, con bordados en hilo de oro y que custodiaba en su interior los cuatro anillos con diferentes piedras.
Además de los cuatro aros de plata, la bolsa también contenía dos documentos escritos, uno de ellos, una pequeña etiqueta en pergamino que decía:
“Estos cuatro anillos son los que quedaron de los nueve Santos Obispos, los demás desaparecieron. Por ellos se pasa agua para los enfermos y sanan muchos, entre otros se sanó la ahijada de Bautista Celma, Maestro rejero, que era ciega de nacimiento».
El pasado mes de Octubre de 2020 la escritora María Oruña presentó su novela “los cuatro vientos”, ambientada en la zona de la Ribeira Sacra, habla del monasterio de Santo Estevo de Ribas y la acción transcurre parte en el siglo XIX y parte en nuestros días, donde también habla de la leyenda de los anillos de los Obispos. De hecho, el protagonista, empieza a buscar los aros episcopales en el mismo sitio donde ahora han sido encontrados.
La Ribeira Sacra es una zona que comprende las riberas de los ríos Cabe, Sil y Miño, en la zona sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Orense, en Galicia. La capital de la zona es Monforte de Lemos, en Lugo, que es la localidad más poblada.
Los impresionantes cañones que bordean el río Sil hacen de este paraje un entorno natural idílico, y en el año 2021 La Ribeira Sacra presenta su candidatura por España para estar incluida en la lista del PATRIMONIO MUNDIAL DE LA HUMANIDAD.
Pontevedra y Tuy. Donde la Virgen se apareció en los años 1925/26 y 1929 respectivamente
A apenas dos horas de este maravilloso enclave, se encuentran Pontevedra y Tui, donde la Virgen se apareció por última vez en los años 1925-26 y 1929 respectivamente.
Cuando Lucía (una de las videntes de Fátima) tenía 18 años, expresó su deseo de convertirse en religiosa e ingresó en el convento de las Hermanas Doroteas. Ella ingresó como postulante en dicha orden y fue allí en Diciembre de 1925 donde de nuevo se le apareció la Virgen para comunicarle el plan de Dios para la salvación de los pecadores: La comunión reparadora de los primeros sábados de mes.
Lucía hizo lo que pudo para dar a conocer este nuevo “mensaje del cielo”. Se lo dijo a su Madre Superiora, a su confesor en el Convento e incluso escribió a su antiguo confesor. Ambos confesores tuvieron sus reservas y aconsejaron esperar.
El 15 de Febrero de 1926 después de encontrarse un niño por la calle y aconsejarle que fuera a misa y le dijese a la Virgen “Oh Madre Mía del Cielo, dadme a vuestro hijo Jesús”, al cabo de unos días se volvió a encontrar al mismo niño y le preguntó si había hecho lo que ella le había dicho y el niño le respondió: “Y tú has propagado por el Mundo aquello que la Madre del Cielo te pedía? Inmediatamente luego se transforma en un niño resplandeciente, reconociendo entonces que era el Niño Jesús.
La Aparición de Pontevedra fue el culmen de Fátima.
En 1948 ingresó en el Carmelo de Santa Teresa en Coimbra, tomando el nombre de María Lucía del Corazón Inmaculado. El día 1 de Mayo de 1949 hizo sus votos solemnes. Desde esa fecha, Sor Lucía vivió en ese viejo Monasterio, dedicando su vida a la Oración y la Meditación.
Sor Lucía muere a los 97 años y sus restos mortales descansaron primero en Coimbra y luego fueron trasladados a Fátima, junto a los de sus primos Francisco y Jacinta Marto.
Si queréis saber más sobre estas apariciones de la Virgen en Galicia, lo podéis ver en el siguiente enlace.
Santiago de Compostela, a unos 150 Km del Monasterio de Santo Estevo
También a poco más de hora y media de camino, a (unos 150 km) de Ribas de Sil, se encuentra la ciudad de Santiago de Compostela, donde en el interior de su impresionante Catedral yacen los restos del Apóstol Santiago.
La tradición cristiana cuenta que el Apóstol Santiago vino a evangelizar el territorio peninsular español, tras la muerte de Cristo, y se le había adjudicado la región del noroeste, conocida entonces como Gallaecia.
Algunas teorías apuntan a que el apóstol llegó a la Península por la costa de Portugal, otras dicen que llegó por el valle del Ebro y la vía romana cantábrica e incluso algunos dicen que llegó a través de la actual Cartagena.
Al regresar a Jerusalén fue torturado y decapitado por Herodes Agripa, rey de Judea, en el año 42, tras incumplir la prohibición de predicar el Cristianismo.
También cuenta la tradición que su cuerpo fue robado por los discípulos Anastasio y Teodoro y llevado en barco de nuevo a tierras españolas, en concreto a iría Flavia. El cuerpo del Apóstol habría sido transportado en carro hasta el bosque de Libredón, lugar en que los bueyes se negaron a continuar, y al ser interpretado este hecho como una señal divina se enterró allí el cuerpo de Santiago.
Siguiendo con la tradición, en el año 813 un ermitaño llamado Pelayo vivía en un lugar conocido por el nombre de Solovio, en el bosque de Libredón. Durante varias noches consecutivas observó unos resplandores misteriosos sobre un montículo del bosque, como si fuera lluvia de estrellas. El ermitaño le comunicó al Obispo Teodomiro los hechos y éste se desplazó al lugar donde también pudo contemplar por él mismo el fenómeno. Al empezar a excavar en el lugar descubrieron un sepulcro de piedra en el que reposaban tres cuerpos que más tarde serían identificados con el del Apóstol Santiago y sus dos discípulos, Teodoro y Anastasio.
El obispo inmediatamente le comunicó este hecho al rey Alfonso II de Asturias quien ordenó la construcción de una capilla en el lugar, que se convirtió con el tiempo en un lugar de peregrinación. Posteriormente esta capilla fue seguida de una iglesia, en el año 829, y luego por otra prerrománica en el año 899, construida por orden del rey Alfonso III.
En el año 1075, bajo el reinado de Alfonso VI se iniciaba la construcción de la actual Catedral de Santiago de Compostela.
Al Apóstol Santiago, cuando predicaba por tierras de Aragón llamado por entonces Celtiberia, concretamente en Zaragoza, se le apareció la Virgen, en el año 40, encima de un Pilar, y este hecho dio lugar a lo que es hoy la Basílica del Pilar de Zaragoza.
Para leer la historia completa de esta Aparición lo podéis hacer en el siguiente enlace.