Tal como se relata en el párrafo anterior, la primera Aparición de La Santísima Virgen a Patricia Talbot ocurrió un 28 de Agosto de 1988, en la habitación de “Pachi”, tal como le llamaban sus amigos.
A principios de Octubre, Pachi se preparaba para ir a Costa Rica y México con sus compañeras del grupo de “modelos”. En ciudad de México, Pachi sintió la necesidad de arrodillarse ante un altar lateral dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe. Allí tuvo una experiencia que iba a cambiar su vida para siempre.
Al cerrar los ojos para rezar, Pachi sintió un profundo arrepentimiento de sus pecados y tuvo una visión en la que niños de todas las razas del mundo, cubiertos de llagas, estaban en un campo de donde salía una gran humareda. Era una visión de la condición humana, necesitada de sanación.
Nuestra Señora le dijo:
“Hijita reza mucho por la Paz del Mundo, porque es ahora cuando más se necesita. Estoy deteniendo el brazo de mi Hijo. Por favor cambien y conviértanse. Te amo mucho, Adiós”.
De regreso a Cuenca, La Vidente fue a ver al Arzobispo y le contó lo de las Apariciones de Nuestra Señora y le entregó los mensajes que le había dicho La Virgen, pero la respuesta del Arzobispo no fue muy receptiva.
Pachi se daba cuenta de que su vida estaba cambiando. En Enero de 1989, las estampitas y figuras religiosas que tenía en su habitación empezaron a exudar aceite. Ese aceite ha servido para aliviar a los enfermos y atribulados. Fue entonces cuando el obispo Luna ordenó que se creara una Comisión para estudiar los hechos. El primer informe no reconoció la sobrenaturalidad de los hechos, pero en 1990 se reabrió la investigación y se está a la espera de una conclusión definitiva.
Desde Junio de 1989, los encuentros de Pachi con la Santísima Virgen fueron en el Parque Nacional de El Cajas, en Ecuador, donde se le aparecía los jueves y sábados. Algunas personas tuvieron experiencias especiales, veían fenómenos parecidos a la “danza del sol” en Fátima, hubo muchas “conversiones” y se creó una misión de ayuda a los más necesitados.
Para la última Aparición, viajaron hasta El Cajas unas 115.000 personas. Nuestra Señora les dio la bendición y les manifestó su inmenso Amor. Les pidió que siguieran orando y a no olvidar el gran mandamiento del Amor.
Patricia se casó pero no ha tenido hijos. Dice que los mensajes que le dio La Virgen se están cumpliendo. Pachi se dedica a cuidar a su marido y a dar charlas y catequesis y también a fortalecer la Comunidad “Guardiana de La Fe”, que se creó a raíz de estos acontecimientos.
El hecho de que se haya decretado en el año 2002 Santuario Mariano al lugar donde sucedieron las Apariciones, significó para Patricia una alegría ya que la Iglesia se hizo eco de las manifestaciones de Fe hacia Dios y La Virgen que hay en el sitio.