¿Que se le pide a la Virgen de Lourdes?
El 18 de Enero de 1862 el obispo de Tarbes, Monseñor Laurence, firmó la pastoral aprobando las apariciones.
La Virgen de Lourdes es la patrona de los enfermos. El 11 de Febrero es el día Mundial de los Enfermos.
Cada año, aproximadamente 3,5 millones de visitantes visitan el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes para pedir por la sanación de los Enfermos.
El 8 de Diciembre de 1933, dia de La Inmaculada Concepción, fue canonizada Bernadette Soubirous, por el Papa Pio XI.
El mensaje que nos deja La Virgen de Lourdes se podría resumir en:
- Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud.
- Es una exaltación a las virtudes de la pobreza y la humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernadette como instrumento a su mensaje.
- Un mensaje muy importante en Lourdes es el de La Cruz. La Santísima Virgen le repite en varias ocasiones a Bernadette que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz.
- Importancia de la oración, del rosario, de la penitencia y de la humildad (besando el suelo como señal de ello). También un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos.
Las características de La Aparición de La Virgen de Lourdes:
- La Virgen aparece rodeada de luz: Es el símbolo de la luz de la Fe, a la cual nos abrimos por el bautismo.
- La Luz era tranquila y profunda: En la Fe Cristiana encontraremos el apoyo para nuestra alma.
- De belleza incomparable
- Ropaje tan blanco, tan puro y tan delicado que jamás se ha podido imitar nada igual aquí en la Tierra
- Pies desnudos, brillando sobre cada uno de ellos una rosa dorada y luminosa. Los pies desnudos nos predican la pobreza evangélica, esta bella y sublime virtud a la cual Jesús ha prometido el mismo Reino de los Cielos.
- Las manos siempre juntas, con el santo rosario: en ferviente oración, orando siempre y sin interrupción. La oración, nuestro alimento constante, la respiración del alma, pues todas las virtudes nacen en un alma que ora.
